Es el rango de intensidad emocional que es tolerable para cada persona, dentro de la cual, se puede aprender y tener una sensación interna de seguridad.
¿Qué ocurre cuando nos salimos de nuestra ventana de tolerancia?
Pueden llevarnos a dos estados opuestos:
✨ Hiperactivación: correlaciona con la activación del sistema nervioso autónomo simpático; responsable de aumentar la frecuencia cardíaca y las contracciones del músculo cardíaco, así como de ensanchar las vías respiratorias para facilitar la respiración, sensación de palpitación en la cabeza, también está implicado en un alto gasto de energía y todo ello, para poder afrontar situaciones de estrés o emergencias a través de la respuesta de lucha o huída. Lo que nos genera: rabia, ansiedad, preocupación, ira, enfado, pánico
✨ Hipoactivación: correlaciona con la activación del sistema nervioso autónomo parasimpático dorsovagal encargado de desacelerar el corazón, dilatar los vasos sanguíneos, reducir el tamaño de la pupila, aumentar los jugos digestivos y relajar los músculos del aparato digestivo, proceso de conservación de la energía. Todo ello, con el fin de bloquearnos o inmovilizarnos cuando el peligro es excesivo y no contamos con los recursos necesarios para hacerle frente, lo que nos lleva a una sensación de atontamiento, de tener la mente cerrada, sentirnos tristes, apagados, sin energía, con apatía, somnolencia y bloqueo, no poder pensar ni hablar o no sentir nada.
Si te sientes identificad@ es porque te has salido de tu ventana de tolerancia emocional y necesitas ampliarla a través de recursos de autorregulación. Desde Clínica Santa Ana podemos ayudarte si te has salido de ella. Solicita tu cita: 722608046.