Se trata de la falta de integridad y coherencia de la personalidad mediante la alternancia; tanto de la evitación de recuerdos traumáticos con el fin de desempeñar un funcionamiento normal de la personalidad en la vida diaria, como del hecho de revivir reiteradamente la experiencia traumática que suele tener lugar tanto en el Trastorno de estrés Postraumático (TEPT), así como en otros trastornos relacionados con experiencias traumáticas.
Esto no quiere decir que la personalidad se halle escindida, sino que alude a una falta de cohesión y coordinación entre los distintos componentes de la personalidad de una víctima traumatizada.
